Antes de hablar en profundidad de cómo se gesta ese
nexo, permítanme hablarles un poco de los clientes internos de una empresa con
los que el departamento de atención el cliente mantiene abierto el canal de
comunicación para los clientes externos.
Y en concreto, sobre
los trabajadores de una empresa que son el capital humano que enriquece
cualquier organización.
Cuando yo era una
jovencita y salíamos en familia y con amigos de la familia, recuerdo haber
escuchado a mi padre decirles a la hora del aperitivo o la comida, si alguien
va a pedir cerveza recuerden que tienen que pedir la de mi empresa, una San
Miguel. Y nosotros le decíamos en broma: ¡¡¡pero papa, y a ti qué más te
da¡¡¡¡¡ no es tu empresa y no estás trabajando en estos momentos. Mi padre
siempre respondía: “si a mi empresa le va bien, a nosotros también nos seguirá yendo
bien, de eso comemos , de eso vivimos”.
Y eso permaneció en nuestras mentes aún
de adultos y en broma cuando salíamos con los amigos, y aunque algunos como yo
no tomáramos cerveza, siempre les decíamos a ellos, si bebéis que sea la de la
empresa de mi padre y aún hoy de jubilado seguimos todos riendo mucho al
escucharnos decir el mismo comentario.
Ese sentimiento es
el que como empresa tenemos que lograr despertar en nuestros trabajadores y el
que como trabajadores debemos desarrollar por el trabajo que hacemos.
A cambio de esta anécdota
de mi vida, les contare otra que me surgió como responsable de un área: nos
llamó uno de nuestros clientes con una queja, y al contármela me decía: “fíjese
si tengo razón que hasta esta persona que trabaja para usted me ha dicho, que
ella no tenía la culpa y que la culpa de eso la tenían los de arriba, que ya
sabía cómo eran”. En ese momento pensé, cómo alguien puede hablar así de su
empresa frente al exterior, si la escuchase mi madre le diría cuatro cosas.
Supongo que les va a sonar la expresión de mi madre, al decir que quién habla
mal de su familia no es alguien de fiar.
Ella nos contaba una
historia de alguien de su pueblo, cuyo nombre voy a cambiar, que se quedo como
referente cuando se hablaba de este tema. Era un padre que tenía un hijo, que
como decimos en Andalucía era un bala “perdió”. Un día el padre iba caminando
con su mejor amigo y se iba desahogando, mi “Pedro” es un sinvergüenza, y un
ladrón, y un ……….. y su amigo en un momento dado le dijo tienes razón Pedro es
un sinvergüenza, a lo que el padre en una milésima de segundo y como un león enfadado
le dijo: ni se te ocurra decir eso de mi hijo, eso se lo digo yo, pero a ti ni
se te ocurra. Y eso no quiere decir que
nuestras familias sean perfectas, o que estemos de acuerdo o no en algunas de
sus decisiones, solo que frente al exterior somos una familia, con una versión,
todos a una, en las buenas y en las malas.
¿Quiere decir esto
que si un cliente tiene un problema con nuestra empresa lo tenemos que negar
todo y no le tenemos que atender? No, solo quiere decir que le escuchamos y le
decimos que nuestra empresa va a estudiar su caso y le informaremos con la
decisión que se haya tomado por parte de la empresa. Quiere decir que para el
cliente la empresa es el que lo atiende al teléfono, el que se encuentra en una
conferencia, el que ve en un establecimiento, todos nosotros somos la empresa,
una misma cosa frente al exterior, con un solo criterio y lo que no nos parezca
bien, solo lo hablaremos con la gente que este en nuestra empresa. Y les
garantizo que esos encuentros con diferencias de opiniones se producen, y a
veces nos cuesta muchas discusiones, y reuniones defendiendo lo que el cliente
necesita y es mejor para la empresa (una cosa que a nuestro entender va unida
una a la otra)hasta que llegamos a un acuerdo.
Pues bien hablemos
del nexo de comunicación que somos entre las distintas áreas de nuestra empresa
y el cliente.
Esto nos coloca en
una posición de inicio un poco difícil, nuestros compañeros nos ven como
alguien de fuera, como si fuésemos casi una extensión del cliente, por el ánimo y el
entusiasmo que ponemos en encontrar una respuesta para nuestros clientes y los
clientes nos ven como las personas que les mantienen entretenidos, evitando que
puedan acceder a quienes realmente tienen la solución a lo que buscan.
Por bien, ese es mi
consejo: no se rindan en esto, porque sin ello les resultará imposible hacer
bien su trabajo.
Y sin esto no
llegarán a conocer el maravilloso trabajo que hacen todos y cada uno de sus
compañeros y como gratificación adicional que en principio pensarán que nada
tiene que ver con el trabajo, les ayudará
forjar relaciones entrañables y duraderas de por vida (cosa que les
ayudará a realizar su trabajo).
Quiero contarles una
de esas relaciones con un compañero, que no empezó del modo más fácil, pero que
nos hizo el trabajo a los dos mucho más agradable durante el tiempo en que
compartimos empresa.
Siempre que el
tiempo me lo permite, me gusta pasarme a poner cara a los compañeros a los que
les tengo que preguntar cosas. Nuestras relaciones de trabajo se hacen
normalmente por email y en alguna ocasión de urgencia por teléfono y pasa que a
veces uno se cruza con la persona y no le reconoce a pesar de lo mucho que se
trabaja juntos. Pues bien, teníamos un incidente que necesitaba con urgencia
tener la visión del técnico que más experiencia tenía en el campo este. No
siempre resultaba fácil contactar por teléfono con él y en esa ocasión el
teléfono sonaba y sonaba y no había respuesta, un poco desesperada por la
urgencia de tener una respuesta cuanto antes que ofrecer para nuestro
Presidente y para los clientes, me fui a buscar su despacho.
Camine por los
pasillos, y pregunte, hasta que una de nuestros compañeros me acompañó a su
despacho. Allí estaba sentado, su teléfono seguía sonando pero él ni siquiera
se inmutaba. Nuestra compañera nos presentó y al ver que no levantaba el
rostro, empezó a sentirse un poco violenta por mí. Yo notando está tensión, le
di las gracias por haberme acompañado y como si no hubiese percibido ese
comportamiento, le dije que ya esperaba a que se desocupara y me pudiese
atender. Ella salió corriendo respirando aliviada.
Y empecé mi
monologo, hable y hable, de lo mucho que había oído hablar de él, de las veces
que habíamos hablado y no le había puesto rostro, y seguí y seguí y él
continuaba sin levantar su cabeza ni decir una palabra. Por un momento, sentí la
tentación de hacer valer mi posición, y ponerle firme y cortar aquella racha de
mala educación, pero me contuve a tiempo y medite en lo que le habría llevado a
tener ese comportamiento, se veía decepcionado, no valorado y herido, así que
decidí tomarme un poco más de tiempo. Y seguí hablando, le dije que me sentaría
allí mientras él acababa lo que estaba haciendo y que esperaba no tomarle mucho
tiempo ya que sabía que la comida estaba por llegar. Y hoy todavía no sé, si
fue el hambre o mi poder de persuasión lo que le hizo levantar la cabeza y
preguntarme: ¿Qué es lo que necesitas?.
¿Llevo su tiempo aguantar hasta que levantó su
cabeza? Si, más de 20 minutos ¿tuve la tentación de “matarle” aunque fuese solo
verbalmente en ese tiempo? Confieso que alguna vez, jajaja ¿mereció la pena
esperar pacientemente? Si, fue lo mejor que me pudo haber pasado. El entendió
que mi interés era sincero y de lo mucho que yo valoraba su trabajo ( y debía
de ser mucho interés cuando después de lo mucho que se había pasado, había
tenido mucha suerte de no estar en ese momento recibiendo la bronca de su vida).
Y desde ese día nuestra relación laboral fue magnífica, no había vez que no le
llamase o le preguntase algo, que él no estuviese dispuesto a ayudarme con su
gran experiencia y conocimiento. El se sintió valorado por mí y por sus
superiores a los que yo les hablaba maravillas de su trabajo y yo me sentí
agradecida de que me ayudase en mi trabajo de poder dar esa información a
nuestros clientes con la mejor de las disposiciones a partir de aquel momento.
Y agradecida por aprender tanto del tema en el que él era experto y de su
paciencia en explicarme esos temas que por ser tan técnicos, solo entendibles
para ingenieros, hacía que fuese para mi difícil de entender en muchas
ocasiones.
¿Quién ganó? Los dos
y sobre todo nuestros clientes y nuestra empresa.
Sí, sé lo que están
pensando, ¿están pensando si ustedes podrían hacerlo? De seguro que muchos de
ustedes sí, pero si la pregunta es si ¿vale cualquier persona para trabajar en
atención al cliente? No, por supuesto que no, aquí es necesario unir
conocimientos técnicos a habilidades sociales, pero el perfil idóneo lo veremos
más adelante. Y tenemos grandes
profesionales en esta área en nuestro país.
Pasos a seguir por
Atención al Cliente para crear nexos de comunicación de éxito entre los
clientes externos e internos:
1.
Hablar con nuestra Dirección
explicándoles la importancia de contar con esta autoridad y responsabilidad
2.
Contactar con el
Área de Calidad para iniciar un procedimiento para desarrollar esas relaciones
y establecer los plazos de respuesta
3.
Reunirnos con las
distintas áreas implicadas y realizar ese procedimiento con el acuerdo de todos
4.
Tener portavoces de
cada área que canalicen las preguntas recibidas y se encarguen de buscar dentro
de su área a las personas adecuadas y respondan a atención cliente
5.
Habilitar
herramientas informáticas que permitan guardar toda la información que estas
relaciones generan para poder realizar informes o seguimiento
6.
Contar con la
supervisión de los argumentarios por las áreas implicadas y el uso de esos
argumentarios por ambas áreas.
7.
Pedir a atención al
cliente que contacten con algún cliente para solicitarles algunos datos
técnicos que puedan necesitar desde otras áreas
8.
Mandarles copias de
los informes realizados desde atención al cliente para que ellos puedan
valorarlos en las partes que les corresponden.
9.
Mandarles las
sugerencias realizadas por los clientes
Ventajas para Atención al Cliente:
-
Disponemos de la
mejor información y podemos responder al cliente cualquier tema que nos plantee
y solucionar en muchas ocasiones incidencias
-
Tenemos clientes
contentos y satisfechos
-
Aprendemos de las
áreas técnicas
-
Tenemos unos
manuales (argumentarios) con las respuestas supervisadas por los expertos de
nuestra empresa
-
Tenemos un solo
criterio responda quien responda, dando la imagen de ser uno solo: la empresa
-
Mejoran el clima laboral porque podemos conocer a compañeros
que si no fuese por esta parte de nuestro trabajo, no tendríamos la oportunidad
de conocer
-
Sabemos indicar al
cliente en cuanto tiempo podemos tenerles sus respuestas
Ventajas para las otras áreas de la empresa:
-
Además de trabajar
bien, su trabajo se percibe igual de bien por los clientes. Lo que se percibe y
lo que es coincide.
-
Detectan antes
incidencias que de no ser por los clientes tardarían más en detectar en las
áreas técnicas
-
Reciben el feedback
sobre nuevos productos que los clientes demandan que a lo mejor ni siquiera se
habían planteado
-
Cuando tienen que
hablar fuera de la empresa, conocen por los argumentarios las preguntas que
cualquier cliente puede realizarles en esos momentos y están preparados con la
respuesta de la empresa ante preguntas “delicadas”.
-
Su trabajo es
valorado por otras áreas
-
Incluyen un poco más
la visión del cliente, vivida al último minuto, y no solo cuando realizan un
estudio de mercado, en sus trabajos
En resumen este nexo nos ayuda a lo que dice el dicho “no
basta ser la mujer del Cesar sino parecerlo”, o en nuestra versión, “no basta con realizar un trabajo maravilloso,
este tiene que ser percibido así por nuestros clientes”.
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