viernes, 28 de junio de 2013

Recepción de las sugerencias





        Una sugerencia es una idea o acción que se propone a una organización para que la tenga en consideración a la hora de solucionar un problema o carencia con el que nos encontramos. Es el canal abierto para recibir ideas para las mejoras de nuestros productos o servicios. Nuestros clientes se sienten parte de nuestra empresa, aportando soluciones a las carencias detectadas. 

       Las sugerencias de nuestros clientes internos y externos son una fortaleza para nuestra empresa, si sabemos crear el ambiente idóneo para que estas surjan y nos lleguen.
    
    Los que mejor conocen nuestros procesos productivos son aquellos que día a día realizan nuestros productos y servicios. Ellos son los que van aportando mejoras continuas en base a este conocimiento, esas mejoras se realizan en el trabajo diario que desarrollan y son los que perciben nuevos avances.

Dos manos que se ayudan         Pero estas sugerencias de los trabajadores de una empresa, nuestros clientes internos, no son más que la muestra de la pasión y entusiasmo por el trabajo que desarrollan y estos dependen en gran manera del ambiente que seamos capaces de proporcionarles para que los tengan. Y generar ese ambiente depende de la capacidad de dirección de los responsables de los diferentes equipos de nuestra empresa. Y si no, piensen en el ambiente tan diferente que encuentran con un jefe autoritario, rígido, que te deja solo en los errores que puedas tener y te machaca por ello, que no reconoce los esfuerzos extras, que se queda con el merito del trabajo bien hecho de los que están con él, frente al jefe que fomenta la proactividad, que reconoce nuestros esfuerzos, que nos apoya incluso cuando hemos fallado, que trasmite el merito de quien ha tenido la idea y que nos hace el trabajo algo apasionante. Por supuesto, que es muy diferente, ir a trabajar con el primero es un esfuerzo, no te atreves a dar ideas, no haces nada que no te haya mandado, temes una equivocación continuamente frente a su reacción, no se te ocurre dar más de lo que establece tu horario. El otro jefe te anima, las horas con él suelen pasar deprisa, le comentas tus ideas, cuando te equivocas te sientes aún peor sabiendo que él va a asumir tus fallos, estás dispuesto en una emergencia a ir más allá de lo señalado y su pasión y valoración de tu esfuerzos se contagian a tus ganas de mejorar en lo que haces, en lo que se podría hacer y a llevar ese entusiasmo a cada hora de tu trabajo. Sus jefes son la clave para hacerles sentir parte de cualquier solución. En esta segunda forma de dirigir es donde surgen las  sugerencias que necesitamos, es lo que nos permite ahorrar costes en estudios y evaluaciones, porque ese trabajo lo realizan nuestros trabajadores cada día. Con ellos somos parte de la soluciones.

         No hablamos de sugerencias al hablar  de las pequeñas mejoras que cada día aplicamos a nuestro trabajo diario y que forman parte de nuestras obligaciones. Eso es parte de nuestro trabajo. Lo que buscamos en las sugerencias son las ideas que requieren un cambio considerable en algún punto de nuestra área o en cualquier otra área de nuestra empresa.

           Las sugerencias siempre deben hablar de productos y servicios, nunca de personas. Quizás a alguno de nosotros se nos ocurra que la empresa estará mejor sin determinada persona en un puesto, (y puede que tengamos incluso toda la razón jijiji) pero una sugerencia no es el modo de comunicar tal punto.

        El empleado cuya sugerencia haya sido aceptada para llevarla a cabo debe de estar implicado en todo el proceso de aplicación de la misma, y se le debe de informar de todo el desarrollo y de su puesta a punto. Y por supuesto esa información debe de llegar igualmente a nuestro cliente externo cuya sugerencia se ha llevado a cabo.

        Las sugerencias de personas que ocupen puestos de responsabilidad no se tendrán como tales, porque ya se sobreentiende que el proponerlas forma parte de su puesto.

       Se consideran solo como sugerencias aquellas que además de presentar la incidencia, problema o carencia presentan una solución a la misma. El valor de la misma siempre debe de estar en la solución aportada. Muchos somos capaces de detectar problemas, lo que hace una sugerencia válida e importante para nuestra empresa, es cuando alguien ofrece una solución para una incidencia detectada.

     Si dos personas presentan la misma sugerencia, nos quedaremos con el que la haya presentado primero y le informaremos a la otra persona que ya hemos recibido esa sugerencia por otro modo agradeciéndole por su interés.

    Agradeceremos y reconoceremos todas las sugerencias y lo haremos de forma personalizada, y no con respuestas generales. Esa información la daremos al recibirla inicialmente e informando posteriormente sobre el progreso de la misma.

      Y con nuestros clientes externos, encontramos en sus sugerencias sobre todo la posibilidad de nuevos productos, de presentaciones diferentes de los mismos o publicidad y de mejoras que no se nos habían ocurrido. El que esta información se la hagamos llegar desde atención al cliente al área encargada de los productos y servicios es fundamental para que ellos las puedan tener en cuenta en su planificación.

        El que las sugerencias que se plasmen en realidad luego en nuestra empresa, reciban algún tipo de reconocimiento es fundamental.

       Para  los clientes internos se suele fijar algún plus dinerario a final de año en base a las sugerencias llevadas a cabo o algún reconocimiento público del trabajo bien hecho.  

      Actualmente se fomenta más a los clientes externos sobre todo en los temas relacionados con publicidad. Donde una marca oferta un regalo a cambio de que les difundamos sus productos o premia la mejor idea para una campaña. Y los clientes responden muy bien cuando son entusiastas de nuestros productos. Algunas empresas casi no invierten en publicidad y es el boca a boca lo que ha llevado a sus empresas a triunfar y sobre todo el canal abierto para que cualquier cliente pueda presentar diseños de productos. 

  Son las empresas que están más cerca de sus clientes, escuchando sus sugerencias e ideas las que mejoran y logran triunfar.